Min TIC y el C4IR.CO implementan pilotos de tecnologías avanzadas en el territorio nacional, con los que se beneficiarán más de cien productores directos e indirectos.
Aunque en las últimas décadas los países de América Latina y el Caribe (ALC) han logrado aumentar sus niveles de ingreso per cápita y reducir la pobreza, aún quedan muchos desafíos para lograr disminuir efectivamente las brechas de productividad y bienestar, para que puedan equipararse con los países desarrollados. Así mismo, sucede con los problemas ambientales y con una serie de temas globales que condicionan la capacidad de los países de la región para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) definidos en la Agenda 2030. Todos estos indicadores se han agravado seriamente desde que se inició la pandemia originada por el Covid-19, a comienzos de 2020 (CEPAL, 2021).
Al respecto, el sector agrícola no ha sido ajeno y menos en países como Colombia, donde según la CEPAL en informe de 2019, asegura que la agricultura sigue siendo un gran potenciador de la economía nacional.
Las tecnologías que emergen en este contexto ofrecen una capacidad sin precedentes de reorganización de los procesos productivos. Tienden, además, a redefinir las fronteras sectoriales y a modificar las formas de competencia prevalecientes en un amplio espectro de sectores. La velocidad con que suceden estas transformaciones plantea un desafío favorable para la política industrial y tecnológica, especialmente en países como Colombia donde la agricultura ocupa un lugar preponderante en la estructura productiva, como se mencionó anteriormente.
Los gobiernos, la sociedad civil y los organismos multilaterales han planteado la necesidad de aprovechar este complejo momento postpandemia para hacer transformaciones sociales de fondo, que se consideran indispensables para superar la coyuntura actual y evitar futuras crisis sistémicas.
Fue así que se hizo necesario buscar nuevos mecanismos institucionales más eficaces y participativos, en los cuales las comunidades locales asuman un rol activo, pues, es fundamental conectar a los agricultores nacionales, como fuerza potenciadora de la economía con la tecnología. Y por esta razón, el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones y el Centro para la Cuarta Revolución Industrial, se unieron para ejecutar el proyecto con el fin de generar recomendaciones de política pública de apropiación tecnológica y de datos, orientadas a incentivar el uso y adopción de las tecnologías 4.0 y a su vez la explotación de datos en el agro colombiano, como factores que incrementen la productividad y la competitividad.
Y para cumplir con este objetivo se implementarán 10 pilotos en diferentes regiones del país, los cuales incluyen tecnologías de la Cuarta Revolución Industrial que beneficiarán a pequeños y medianos agricultores de tres cadenas productivas, café, cacao y aguacate. El proyecto busca demostrar el valor que tienen los datos como herramienta digital que permite incrementar la rentabilidad y productividad del sector agrícola. Estos pilotos se realizarán en zonas priorizadas e impactarán a 100 productores directos e indirectos de municipios como Urrao y Andes en el departamento de Antioquia, Florián y El Carmen de Chucurí en el departamento de Santander, Isnos en el departamento del Huila, Tierralta en el departamento de Córdoba, Florencia en el departamento de Caquetá, Urumita del departamento de La Guajira, Santa Marta en el departamento de Magdalena y Chinchiná en el departamento de Caldas.
Cada uno de los 10 pilotos cuenta con aplicación de tecnología directamente para al menos un agricultor y tendrá por lo menos nueve agricultores adicionales como observadores de los resultados de la adaptación de las herramientas tecnológicas, captura de datos y beneficios que brinda su desarrollo.
El proyecto Agro 4.0 se implementará en cuatro fases; en la primera de inmersión y mapeo de oportunidades, previa a la ejecución de los pilotos, se delimitaron las regiones dedicadas a los cultivos priorizados, se consolidó la base de datos de actores públicos y privados y se identificaron los pequeños y medianos agricultores beneficiarios que cuentan con una infraestructura mínima que permite el despliegue de tecnologías 4.0 y de su apropiación.
En la segunda fase de diseño y ejecución de los pilotos, se demostrará la importancia y el valor de los datos, por lo que el despliegue de estos cuenta con un operador de amplia experiencia en el sector, que pondrá en marcha las soluciones tecnológicas correspondientes y determinará los beneficios reales de su uso y apropiación en la cadena de valor de los agricultores.
La implementación de cada piloto cuenta con la instalación de sensores inalámbricos requeridos de acuerdo a cada caso de uso priorizado para realizar la captura de datos, considerando principalmente variables agroclimáticas y de humedad de suelo, los sensores agroclimáticos se instalarán en las 10 zonas y los de humedad de suelo en cinco. Adicionalmente se recolectan imágenes satelitales en todos los sitios y se hará la captura de imágenes multiespectrales por medio de drones, igualmente en cinco de los cultivos seleccionados. Estos datos serán reportados y almacenados en una plataforma centralizada para su posterior análisis y correlación con otras fuentes de datos como los análisis de las muestras de suelo. En esta fase se aplicará el modelo de valoración económica de los datos construido por el Centro en 2020, con el cual se pretende cuantificar el beneficio obtenido al usar datos para tomar decisiones inteligentes, comparado con prácticas tradicionales. Los casos de uso que se implementarán buscan impactar toda la cadena de valor de los agricultores, entre ellas la productividad e identificación de enfermedades, el uso de insumos agrícolas y acceso a financiamiento, la trazabilidad y acceso a nuevos mercados, mediante el uso de tecnologías como IoT, Inteligencia Artificial, cloud computing y comercio electrónico (e-commerce).
Los 10 agricultores directos participan activamente en el proceso de sensibilización y capacitación de las herramientas, donde sus productos tendrán una ventana comercial y con los datos recolectados se buscará generar recomendaciones para optimizar sus cultivos.
En la tercera fase de escalamiento y amplificación, se elaborarán insumos y recomendaciones de política pública basados en los resultados del proyecto resaltando la importancia de los datos y la implementación de tecnologías 4.0 en el incremento o mejora de la rentabilidad y productividad del pequeño y mediano agricultor, para lo cual se ha visionado un data Marketplace.
En la cuarta y última fase de socialización, se compartirán los resultados obtenidos en varios escenarios nacionales e internaciones, así como en medios de comunicación y redes, con la participación de todos los actores del sector identificados en el desarrollo del proyecto.
Es importante resaltar que en la fase inicial del proyecto Agro 4.0, se desarrollaron tres talleres con el propósito de aumentar los niveles de entendimiento sobre la revolución industrial en el sector agro y encontrar oportunidades para poner en práctica las tecnologías emergentes como Inteligencia Artificial, internet de las cosas y Blockchain.
Erez Zaionce director del Centro para la Cuarta Revolución Industrial resaltó “Facilitar la apropiación y divulgación de tecnologías 4.0 para el agro es relevante porque concientiza sobre la importancia que tiene este sector a nivel nacional y el importante peso que tiene para la economía en Colombia. Promover este tipo de proyectos para nosotros significa un desafío al fomentar procesos de aprendizaje, manejo del conocimiento, escalonamiento de innovaciones y buenas prácticas en la gestión”.
En estos talleres se especificó que la industria 4.0 es el resultado de la aparición, distribución, uso y apropiación de nuevas tecnologías, que permiten procesos de producción automatizados, donde los objetos físicos interactúan sin que se dé la participación humana. Esta industria trasciende a una nueva forma de producir mucho más eficiente a través de la transformación digital que busca transversalizar todos los sectores.
Así mismo, se habló sobre el blockchain que es la tecnología del registro de datos y de su importancia dentro de la producción agrícola, la cual impacta directamente porque permite el almacenamiento de datos que inciden para tomar decisiones acertadas lo que se refleja en la reducción de costos, tiempo y genera eficiencias.
El proyecto Agro 4.0 es la puerta de entrada para que Colombia se prepare y asuma el impacto positivo que genera en el sector productivo agrícola los beneficios que le proporciona la transformación digital en sus cultivos a través de la implementación de tecnologías 4.0.